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La penitencia de Armengol: hablar en español en el Congreso para seguir viviendo de la política

Armengol Congreso
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y la ex presidenta balear, Francina Armengol
Indalecio Ribelles
  • Indalecio Ribelles
  • Redactor OKDIARIO en Baleares, información local de Palma, social y política en general. Antes, redactor en EL MUNDO/ Baleares durante 20 años.

A sus 51 años, de los que lleva 25 viviendo de la política, y tras perder las elecciones autonómicas del 28 de mayo, la presidenta del Govern balear los últimos ocho años, la socialista Francina Armengol, se fuga a Madrid y ha confirmado hoy lo que era un secreto a voces: liderará la lista del PSOE de Pedro Sánchez al Congreso en Baleares para las generales del 23 de julio, aunque para ello tenga que hablar en español, la lengua que ha denostado y discriminado durante estas dos legislaturas.

En una convocatoria exprés del Consejo Político, Armengol confirmaba su huida de las Islas. No recogerá el acta de diputada en el Parlament para liderar la oposición al nuevo Govern del PP de Marga Prohens, que hace seis días le ganó en las urnas por más de 41.600 votos. Otra derrota electoral para una Armengol que, tras un cuarto de siglo dedicada a la política, sólo ha ganado unas elecciones, las autonómicas de 2019, cuando los socialistas fueron la lista más votada.

En todos los comicios anteriores donde se presentó, liderando o en puestos de salida de una candidatura, siempre fue derrotada la más sanchista de los barones socialistas, con un nivel de sectarismo sólo equiparable al de un Pedro Sánchez, que tendrá en ella el enlace perfecto con el grupo parlamentario de ERC, en caso de que precise seguir tejiendo alianzas con los golpistas catalanes para continuar pernoctando en La Moncloa.

Si algo ha caracterizado los ocho años de Armengol al frente del Govern balear ha sido la imposición del catalán y la erradicación total del castellano en todos los órdenes de la vida pública. Empezando por el acceso a la administración en todos sus ámbitos y pese a que en el caso de la sanidad, la exigencia de dominio hablado y escrito del catalán ha provocado una fuga masiva de profesionales sanitarios.

Tras eliminar el español de las aulas en todos los ciclos de la enseñanza obligatoria, donde el castellano es una lengua extranjera más, Armengol se ha negado por activa y por pasiva a aplicar la sentencia del TSJ catalán que obligaba a que el 25% de las clases se diera en español. De hecho, Armengol jamás habla en español en sus discursos y cuando lo hace es para pedir el voto.

Su desprecio al castellano es equivalente a su antiespañolismo, como quedó demostrado el pasado mes de noviembre cuando la presidenta del Govern y sus socios independentistas y de Podemos apoyaron a la profesora de catalán del colegio La Salle que expulsó a los 32 alumnos de una clase de bachiller por haber colocado una bandera de España durante la celebración del Mundial de Qatar.

De hecho, la dirigente socialista, en un mensaje que habría firmado el propio Sánchez, culpó a los niños expulsados del colegio de ser «la ultraderecha».

Años antes, en el golpe contra la Constitución de la Generalitat en octubre de 2017, Armengol consistió y no impidió, hasta que la Justicia la obligó,  que numerosos centros de enseñanza públicos de Baleares exhibieran banderas independentistas, lazos amarillos y pancartas a favor del fugado Carles Puigdemont y de los golpistas catalanes.

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